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¿Para qué sirve el diplomado de niños creadores?

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Creemos que ahora la educación necesita una visión holística e individualizada basada en la observación y el respeto al tiempo de cada niño en su proceso de aprendizaje manteniendo una mirada de 360 grados e invitando a los niños a pensar, a expresar lo que sienten, reconociendo sus emociones y experimentar los hechos cotidianos donde la respuesta a las preguntas que se formulan se tienen que afrontar pensando creativamente, reflexionando críticamente para desarrollar el pensamiento profundo y la alfabetización creativa y emocional, involucrando diversos puntos de vista de manera colectiva donde la ciencias, la filosofía, las artes y la inteligencia emocional, hoy más que nunca deben aportar su visión para dar mejores soluciones, formar mejores individuos, sensibles y éticamente responsables capaces de generar nuevas ideas y transformar su mundo para un bien común y colectivo.

 

Ante un futuro dinámico y cambiente de la era digital donde la tecnología y la innovación están transformando nuestras formas de vivir y relacionarnos, es imperativo revolucionar la manera cómo aprendemos, sentimos y nos expresamos, nuestros hijos deberán afrontar un futuro incierto e impredecible donde lo moderno el día siguiente es obsoleto, donde la cultura de la individualidad y conseguir el éxito a cualquier costo es una práctica  y donde se enfrentarán a innovaciónes que aún no sabemos y que ellos deberán afrontar y vivir aportando sus propias ideas las cuales competirán en un mundo donde el valor y el capital serán justamente eso. Las ideas

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Es por esto, que deseamos que este diplomado y serie de experiencias, detonan y transforman la forma cómo aprenden los niños y mostrarles que el mundo es diverso, que cambiando su forma de pensar, cultivando el amor propio y reconociendo sus capacidades emocionales, podrán, con sus ideas, imaginación y creatividad, anticiparse a los problemas de hoy y del futuro para afrontarlo proponiendo nuevas soluciones esperando, en primer lugar, que sean felices jugando, aprendiendo y creando, que el resto vendrá en el momento que decidan expresarse como individuos con toda su seguridad.

En pleno siglo XXI, el arte sigue salvando  y transformando vidas y a temprana edad, su alfabetización es importantísima.

los programas educativos en casi todo el mundo siguen apostando a un modelo fundamentado en la economía donde los niños son tratados masivamente como mercancía y su formación educativa continúa siendo lineal y estandarizada,  donde el desarrollo emocional, el talento  y las capacidades de los niños se diluyen con las exigencias para competir y cumplir con evaluaciones que miden  los niveles para acumular información, la memorización y la repetición de conocimientos para después ser evaluados con exámenes estandarizados sin ningún espacio para la reflexión,  donde no hay cabida  para los errores y éstos son penalizados con la descalificación y la reprobación, siendo que la mayor experiencia del  aprendizaje está basado en la prueba y la perfección de los errores, sin tomar encuenta que no hay sensibilidad e interés por conocer quiénes son los niños, cuáles son sus talentos o mínimo, saber cómo se sienten.

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